Aemond Targaryen
Despierta cuando el sol y el barullo de la calle están en su máximo esplendor. Es sábado, por lo que no tiene clases en la uni y puede pasar el resto de la tarde holgazaneando en el departamento. A menos que al idiota de Cregan se le ocurra venir a coger y a ver series en Netflix. Lo duda, el alfa no esperaba que Lucerys se enojara tan fuerte, pero ya es la tercera vez, ya no hay justificación para otro... desliz.
Enciende su teléfono, que se congela de tantas notificaciones acumuladas. No tiene muchos amigos, la mayoría son de Youtube, vídeos que le manda Joffrey, Harwin pidiéndole que lo visite (quizás lo haga mañana), Cregan rogándole perdón (va a ignorarlo hasta que se le pase el enojo) y un mensaje de Aegon.
Jace y yo salimos a desayunar, regresaremos por la tarde. Te dejé comida en el refrigerador.
Aquí está el número de mi hermano XXX XXX XXXX. Besos:*
Adjunta una foto de Jace con gafas oscuras y muy mala cara. La resaca debe estar fatal.
Responde algo rápido, bloquea el teléfono y se dispone a iniciar su despreocupado día.
***
Después de darse un baño, calienta la comida que Aegon dejó en el refrigerador y come viendo la televisión. No hay nada interesante, solo el noticiero, programas de chismes y reality shows basura donde humillan omegas y betas para el consumo de los alfas. Decide dejar el noticiero de fondo, mientras su mente divaga y hace cuentas sobre los días que faltan para su celo.
Está muy cerca, falta una semana.
Ha pensado en pasarlo con Cregan, pero no se siente seguro. Si estando bueno y sano, Cregan se comporta como un pendejo, no quiere imaginarlo embrutecido por el olor de su celo. Lo mejor será hacer lo de siempre: matarse a pajas y tomar los supresores suficientes para ignorar la necesidad de ser penetrado.
Es horrible ser el único omega de su familia. Su padre y su hermano mayor son betas; Joffrey aún no se ha presentado, pero todo pinta a que también será un beta. Incluso su cuñado es un beta, uno muy hermoso, que confundió con un omega la primera vez que lo vio.
La única omega de su familia era su madre, pero murió meses después del nacimiento de Joffrey. Lucerys y Jace la recuerdan muy poco, Harwin no habla mucho de ella.
Debería mandarle un mensaje al tal Aemond y agendar una cita. ¿Pero que va a decirle?
Hola, soy el cuñado de tu hermano y no lubrico, ¿me ayudas?
Dioses, no.
Si acaso solo debe agentar la cita como cualquier persona normal y contarle su problema de lubricación en privado, no por mensaje. Hasta hace unas cuantas lunas, Harwin lo ayudaba a hacer todos sus trámites de adulto, incluyendo agendar citas con el médico. Jacaerys se niega a ayudarle, insistiendo en que debe madurar y valerse por sí mismo
Es patético, Lucerys se siente muy chiquito para ser un adulto y necesita ayuda de adultos más grandes que él.
Toma su teléfono y agrega a sus contactos el número de Aemond. No sabe su apellido, pero supone que es Targaryen, el mismo que Aegon. No tiene foto, como era de esperarse, y su estado solo dice “Hey there! I’m using What’sApp”. Se pregunta cómo se verá Aemond. Aegon y Helaena son hermosos, igual que su madre, de seguro él también lo es... Joder, no debería imaginarse lo sexy que puede ser su futuro ginecólogo.
Su celo está cerca, por eso se siente tan cachondo.
Escribe algunos borradores en las notas de su teléfono. Primero debe saludar, presentarse, mencionar que es cercano a Aegon, preguntar si tiene fechas disponibles, de preferencia antes de su celo, y, oh, por supuesto, decirle que es un omega. El costo no importa, su papá paga todo y tienen dinero de sobra.
Después de algunos intentos, elige el mensaje que se ve menos desesperado, lo copia y lo pega en la nueva conversación y, aunque le tiemblan las manos, lo envía.
Hola, soy Lucerys Strong, amigo de Aegon. Estoy buscando un ginecólogo y tu hermano me pasó tu contacto. ¿Tienes citas disponibles para antes del sábado entrante? Soy omega y mi celo está muy cerca. Espero tu respuesta, gracias te antemano.
Ya vio el mensaje.
Está escribiendo.
Ayuda.
