𝗕𝗶𝘁𝘁𝗲𝗿𝘀𝘄𝗲𝗲𝘁 𝗟𝗼𝘃𝗲 ❛𝒁𝒉𝒂𝒅𝒐𝒏𝒊𝒄 𝑶𝑺❟

Summary

╰┈➤ ❝Los postres dulces son encantadores y deliciosos. Los cítricos acaparan todo con su fragante sabor agrio. Y lo agridulce, oh, lo agridulce es esa maravillosa combinación de la dulzura con sutiles toques de acidez. Así que tú, estimado lector, acompaña a dos polos opuestos, como el chocolate y el limón, en una serie de one-shots, viñetas y drabbles ocurrentes e indefinidos.❞

Status:
Ongoing
Chapters:
18
Rating:
n/a
Age Rating:
16+

♯OO1❟┃【𝘏𝘦𝘳𝘰】

Quizás lo más decepcionante de ser un héroe es saber lo que pasa después, qué pasa cuando el mundo deja de reconocer las hazañas y recibirlos con fuertes ovaciones, porque una cosa es morir heroicamente y ser recordado con admiración absoluta, y otra retirarse de la lucha para tener una vida tranquila. Bueno, a Zhadow no le ocurrió ni una ni otra. Tuvo que enfrentarse al después de los años de gloria, perdiendo sus poderes durante su última pelea con un mutante-androide para evitar que generará más destrozos; recibió ayuda de otros novatos y soldados de élite, mas no evitaron que para eliminar definitivamente a ese “sujeto” tuviera que renunciar a las habilidades que siempre le hicieron sobresalir, sin contar que casi lo matan, por supuesto.

En los primeros días que pasó en el hospital fue atosigado con reporteros de prensa, entrevistadores, camarógrafos, paparazis, medio mundo en resumen; la única razón de que se mantuvieran al margen era por la presencia de su novio, que, a diferencia de él, no era muy paciente y a pesar de ser un Neutral les hizo temblar hasta que se fueran, el azul comprendía que solo iban a hacer su trabajo, pero por trabajo lo tomaban como chisme, así que no, no quería a un montón de metiches. Y es que, la situación del héroe tampoco era para ser divulgada en los medios, suficiente tenía con que se quedará como un ciudadano común y corriente, con el cuerpo magullado, suspendido por órdenes médicas, y encima postrado en una cama. Claro que el moreno pensó en que las cosas cambiarían, además de fuerte era positivo.

Pero no. En vez de mejorar empeoró cuando le dieron de alta.

No solo su vida profesional se vino abajo, sino también la personal; creyó que ahora que estaba delicado de salud su novio estaría más al pendiente y pasarían tiempo juntos, lo que no contó es que con la caída del Primer héroe la ciudad estaba desprotegida, y el comandante, como buen líder que es, salió a tomar las riendas cargándose con el doble del trabajo que significaba no tener un acompañante para ayudarle; así que si pudiera describir su nueva vida sería: DETESTABLE. Profundamente detestable y aburrida. Antes, pasaba los fines de semana enteros con su azul entrenando o con sus pasatiempos, y todos los días amanecían y dormían juntos, ahora apenas si se ven las caras.

De hecho, precisamente sus orejas se levantaron al escuchar las llaves del apartamento encajarse en la puerta de entrada, perdió sus poderes, no sus sentidos agudos; se enderezó aún en la cama y encendió la lámpara de noche mirando de reojo el despertador, marcaba las tres de la madrugada, y aunque seguía somnoliento iba ir a prepararle la comida a su pareja, o al menos quería porque cuando lo vio entrar y chocar varias veces con los muebles supuso que estaba medio despierto y medio dormido.

—Hola, bienvenido —saludó al verlo entrar y quitarse la armadura y las botas, luego con pesadez la polera y los jeans—, ¿tienes hambre? Puedo recalentar la- —obviamente no alcanzó terminar, cuando parpadeó el azul ya se había lanzado a la cama rendido quedando boca abajo, tenía sueño y en unas cuantas horas volvería a salir, merecía descansar un poco—, buenas noches, ¿días?, Zon... —susurró, acomodándose a su par para quedar en forma de “cucharita”, procurando arroparlo sin molestarlo, suavemente lo abrazó dejando caricias en ese pelaje oceánico que casi no veía.


De las pocas ventajas que podía rescatar, era que al menos en varios lugares lo dejaban pasar como miembro VIP sin pagar nada, y que mejor aprovecharlo en una salida a un café con su mejor amiga, no solo era su confidente sino también su psicóloga personal, ok, había que encontrar una forma de aliviar su estrés. La murciélago hablaba emocionada de un tema que le restó interés, mientras él golpeaba la mesa ansiosamente esperando su turno, sí, debió pagar la consulta, tal vez se habría ahorrado minutos y minutos de plática pesada.

—Oh, ¿quieres comentarme algo? Lo siento cariño, puedes hablar, con confianza —cuando por fin se dio cuenta de la inquietud del erizo, tomó de su café y pastelillo, o de lo contrario seguiría hablando.

—Bueno... Es que, con todo lo que ha pasado, no me siento bien, y Zonic tampoco. Este cambio no solo me ha afectado a mí sino también a él, créeme que mi intención jamás fue ponerle más trabajo del que ya tenía... Ahora cada que lo veo siento que va a colapsar —mencionó decaído, recostando su cabeza en la mesa jugando con los cubiertos aún limpios.

—Es normal, Zhad. Pasaste de volar y llegar en un santiamén a donde quisieras, a tener que conducir el coche de tu novio para movilizarte más rápido; de poder cargar un hotel entero sin sudar a ni siquiera abrir un frasco de mermelada; de ser un excelente domador de la electricidad y energía Chaos a un hombre que puede morir por una descarga, y la lista sigue —dijo nostálgica, haciéndole cosquillas a esas orejas negras gachas, tratando de no sonar insensible—, no puedo mentir, va a tomarte mucho tiempo acostumbrarte a este nuevo estilo de vida, sé que no es fácil, pero verás que no todo es tan terrible y lograrás salir adelante como siempre lo has hecho. En cuanto a Zonic… entiende que es su labor, sin ti, somos más vulnerables, y él es el único que puede manejar tanto; por supuesto que no fue tu culpa, así que no te sientas mal. Oh, mejor alégrate, escuché que Zilver iba a suplirte, eso le ayudará enormemente.

Estuvo atento a la energética voz de su amiga, y le llegó a reconfortar, excepto por la última parte; ¿Zilver? Sí, era hábil y terriblemente poderoso, pero para ocupar su lugar le faltaba, es decir, la fuerza debe de ir de mano con la inteligencia, y el chico se tomaba todo como un juego donde tenía varias vidas y oportunidades, es un milagro de que todavía siguiera vivo. Negó para sus adentros, de igual manera, debía hacerse a un lado para la nueva generación de héroes, y como decía Zouge, acostumbrarse a su nueva vida. Claro que, seguía abatido por perder demasiado.

—Nunca me gustaron los cambios... sigo extrañando mi viejo yo —musitó, apagándose más, la chica suspiró, era como tratar a un niño mimado que perdió su juguete favorito.

—No estés desanimado, piensa en que cuando Zilv ascienda, tú y el limoncito volverán a su rutina —trató de sonar optimista, sin querer provocando que el otro hiciera un mohín.

Su mente voló lejos, quizás demasiado, se imaginaba a esos dos pasar los días diarios en un mismo ambiente de trabajo, ir a misiones juntos, entablar una buena relación de compañerismo... hasta ahí bien, aunque a su cerebro no le bastó; tuvo que seguir recreando que el azul prefería pasar tiempo con el chico telequinético mandándole por un tubo, que cada vez que lo invitará a salir se negara por cualquier cosa, que no llegará a dormir y hasta cambiarse de apartamento, y que en uno de esos rechazos, terminará por ir y decirle: ”Lo siento, esto no tiene futuro. Tú no tienes futuro. Quiero estar con Zilver“. Levantó la cabeza sacudiéndola frenéticamente, asustando a su amiga; vaya, eso debía ser una mala broma, no, confiaba en su pareja y estaba seguro de que eso no sucedería; al menos no en su guardia.

—¿Podemos crear una máquina del tiempo para evitar que esto ocurra? —sonrió, la idea de ir hacia Zails y pedirle un favorcito capaz de alterar la línea del tiempo se le hacía tremendamente factible y ostentosa.

—Sí, se puede, pero no la usarían para ti, tonto, tampoco exageres —le pellizco la mejilla, con su natural tinte femenino fue sacando una boleta de su bolso, dejándola en la mesa de forma que el erizo la viera—; mejor piensa que hay cierto departamento que siempre busca más y más personal... Y que casualmente, va muy de la mano con tu novio.

—¿El de espionaje? —tomó la hoja, leyendo cada aspecto de menor importancia y los inalcanzables requisitos, él los cumplía; fue dibujando una sonrisita que la mujer no descifró si era por emoción o por malicia.


Tomó un sorbito de su café aún con la vista en el periódico, al cual ni le prestó atención por estar al pendiente de su objetivo; merendaba en una de las pastelerías locales como cualquier transeúnte “normal”, fingiendo interés en las noticias donde ahora el peliblanco era el protagonista, aunque realmente observaba con discreción a un erizo verde pasto con facha cuestionable que se supone debía atrapar por múltiples violaciones hacia la red de seguridad de la región. El moreno envió la señal al casi tenerlo dónde quería, al instante varios de sus compañeros, igual de encubiertos, empezaron a aparecer en distintas partes llegando a rodear disimuladamente al jefe de esa mafia en crecimiento.

Terminó su café.

Y en ese momento el verdoso fue apresado. Que si fue por tener la guardia baja tal vez, pero la precisión del nuevo agente seguía siendo de admiración entre sus demás compañeros, que lo felicitaron tan pronto la camioneta especial llegó a recoger al criminal; lo mejor de todo es que no hubo escándalos, pareció como un simple show de baja importancia para atraer miradas extra.

—¡Bien hecho, Zhad! ¡Lo tenemos! —festejó su compañera, una linda eriza pelirrosa que casi lo abrazaba pero se abstuvo por no generar incomodidad al rojinegro; no obstante, si ellos no hicieron escándalo, tuvo que llegar el otro grupo de nuevos héroes a acaparar la atención, la chica soltó un bufido—. Hmph, presumidos.

Los pares carmín se deslizaron siguiendo las acciones de la banda recién nombrada “prófuga” y al joven domador de la telequinesis detenerlos sin mucho esfuerzo, para luego arrojarlos a los grandes contenedores de basura y dirigirse al cúmulo de gente a esperar las ovaciones que le sentaban de maravilla a su vanidad, mientras tanto, el cerúleo salía fugazmente para colocarles las esposas y a algunos anillos inhibidores para que no escapasen; tras el revuelo, vio a los lados por si su novio iba a hacerle compañía al oji-miel, no, el joven azul no se asomó a volver a ser parte de la prensa y los aficionados. Su grupo ya se había ido, con tal, ser espía era de astucia, silencio, agilidad y rapidez, nada que ver con los orgullosos héroes, lo comprendió en el lapso de tiempo que pasó en su nueva profesión; agradeció a Zamy por el cumplido y ambos se fueron dispersando en medio de esa gente gritona, girando de vez en cuando al recordar los viejos tiempos.

Al menos, cuando un par de manos le arrastraron hasta el callejón cercano, dejó de rememorar.

Primero, iba a darle un puñetazo bien puesto al chistosito que estuviese jugando así, lo habría hecho, de no ser porque unos labios suaves se pegaron a los suyos; la sorpresa y el enojo se desvanecieron ante ese gesto tan tímido y adorable de la persona que reconoció entonces, devolviéndole unos más antes de sostener sus mejillas pálidas ligeramente sonrojadas—. Cariño, creí que estarías con el peinado de tenedor, últimamente no te he visto en las portadas.

El cían negó, tapando las manos bicolor con las suyas, presionando de nueva cuenta sus labios agotados por el trabajo y ansiosos de mimos—. Zilver disfruta la atención completa, prefiero no intervenir. Además, no es lo mismo si tú no estás ahí.

—Estuviste genial —confesó, internamente agradecido por esas palabras.

—Tú también, pero creo que pudiste invitarme a comer, no sé, algo así como una cita —soltó, vagamente se le podía considerar risueño por el apenas perceptible puchero; siguió unos momentos más siendo llenado de piquitos dulces antes de que ambos salieran de ese sitio oscuro, encontrándose con media plaza alborotada por tener un autógrafo del ya héroe número uno, el de orbes esmeralda se fijó en la mueca de disgusto y melancolía del otro—. ¿Esto te molesta?

—No, para nada. Me alegra que la ciudad esté protegida, pero más el hecho de que prefieras estar conmigo a pesar de no tener nada extraordinario —soltó con una sonrisa de derrota, aferrándose débilmente a la mano clara, temiendo que su chico al final se fuera a compartir los elogios al lado del otro erizo.

—No pienses en eso, ya ha pasado un año —dijo, caminando por la rutas en que había menos aglomeración—, aunque, para mí siempre serás extraordinario, con o sin poderes, realmente te amo —desvió la mirada avergonzado, siendo su fuerte sonrojo el delatador principal; para el contrario eso le levantó los ánimos, sonrió encantado, abrazando a su pareja por los hombros mientras merodeaban tranquilamente, disfrutando del tiempo donde solo ellos dos existían.

—Yo más...

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Kasie: I love everything about this story!

Terye: I am enjoying this book.A great deal.The author has a good plot and it is well written with very few grammatical mistakes

chimene: From the beginning till the end, the book was a great read 👌 to the writer

ethelaguayo: Love your story and also the humor. I can't wait for the next book starting with their kids life. Continue writing.

Tessa: I like the difference between the twins personality

Johanna Susanna: Excellent story, thank you. I always love your stories. And all the humor included; wow! Awesome

Sarah: Unerwartete Handlung das sie zur Hälfte Vampir ist. Aber das Buch ist sehr spannend.

Kelly: Congratulations your story was really great and amazing.

Sarah: Ein sehr tolles Buch, die Handlungen sind super und es macht echt Spaß es zu lesen. Super spannend

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Alexandra: leider ist mir dieses Mal das Ende zu rasch gekommen und auch die Beschreibung von Zärtlichkeiten war sehr zurückhaltend

Zinhle: It's fast paced and thrilling all in all its an awesome book 😍🤩

A: Humorvoll und spannend.Ich bin auf Fortsetzung gespannt.

Kerstin: Bisher liest es sich sehr gut. Schöner schreibstil. Spannung und alles vorhanden.

lindiwemsbuza30: I loved everything abt da book its interesting

user-mJ1ev6LvlD: Super zu lesen!!!

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